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23 de diciembre de 2023

Bolivia y la Defensa de la Paz, la Soberanía de los Pueblos: Compromiso Firme con la Causa Palestina y la liberación de los oprimidos del Mundo.

 El Estado Plurinacional de Bolivia, bajo la conducción del Gobierno de la revolución democrática y cultural, reafirma su compromiso con la paz, la soberanía de los pueblos y la liberación nacional. Este compromiso se manifiesta en su posición respecto al conflicto en Palestina y la situación en Latinoamérica.

 Bolivia, guiada por los principios de su Constitución Política, la ratificación de su adhesión a las normas del Derecho Internacional y a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, se posiciona como un defensor incansable de los derechos humanos de los pueblos, expresada en el control soberano de sus recursos estratégicos para un desarrollo y bienestar colectivo.

De la misma manera, y en el marco de nuestra Diplomacia de los Pueblos por la Vida, Bolivia aboga por la declaratoria del mundo como territorio de paz, demandando respeto a la soberanía, la no injerencia y la libre autodeterminación de los pueblos. 

Bolivia expresa su solidaridad con el pueblo palestino, condenando tratos inhumanos y crueles. El presidente Luis Arce consecuentemente manifestó: “No podemos callar y seguir permitiendo el sufrimiento del pueblo palestino, sobre todo de niñas y niños que tienen derecho a vivir en paz”. Rechazamos los crímenes de guerra que se cometen en la Franja de Gaza, exigimos a las Naciones Unidas detener esta agresión y se respete el derecho de autodeterminación de Palestina. El compromiso de Bolivia con los principios internacionales de derechos humanos se manifiesta en su insistencia en el respeto sin excepciones, enfocándose en la protección de grupos vulnerables y oprimidos.

 El presidente Arce planteó en las sesiones 77 y 78 de las Naciones Unidas la construcción de “territorios de paz deteniendo la carrera armamentista, generando un desarrollo científico que no afecte la salud de la Tierra, además condenando cualquier forma de genocidio, como el que sufre el pueblo palestino”. Propuso “sustituir los gastos militares para la fabricación de armas de destrucción masiva, por una justa compensación económica a los países de la periferia y a los pobres del mundo”.

 En esta línea, Bolivia condena la violación del derecho internacional humanitario y denuncia la falta de acciones de organismos multilaterales. Bolivia reitera su apoyo al pueblo palestino, llamando a la comunidad internacional a garantizar el respeto a los derechos humanos. Exige la atención inmediata y el ingreso de organismos internacionales para brindar ayuda humanitaria y cumplir resoluciones cruciales de la ONU como espacio de verdadera representación de los intereses y los derechos de los pueblos.

En este contexto, Bolivia demanda una solución duradera y genuina en concordancia con las declaraciones de las Naciones Unidas. Denuncia el doble rasero y la ausencia de decisión de las potencias para hacerlas cumplir.

 En medio de la crisis en Gaza, Bolivia expresa su profunda preocupación por la desproporción de medios bélicos y el ataque indiscriminado, recordando los horrores de la Europa de 1942-1945. Insta a reflexionar sobre la importancia de actuar con contundencia ante la violación de los derechos fundamentales del pueblo palestino.

 Bolivia condena enérgicamente los ataques intencionales a civiles, periodistas, trabajadores humanitarios, infraestructura crítica, hospitales, mezquitas, iglesias, escuelas y campos de refugiados. Nada justifica semejante barbarie. La comunidad internacional debe unirse enérgicamente contra estas acciones encaminadas a imponer el bloqueo, privando a la población civil de los medios indispensables para su supervivencia, lo cual constituye una clara violación del derecho internacional humanitario.

 En las formas de guerra asimétrica, donde fuerzas superiores arrasan con pueblos y población no combatiente alegando la noción de autodefensa, el Tribunal Internacional de Justicia descarta la aplicación de este principio para los territorios ocupados de Palestina. La comunidad internacional ha observado la permanente violación al derecho internacional del pueblo palestino durante los últimos 75 años al ocupar ilegalmente tierras y anexarlas, transferir su población a los territorios ocupados, ampliar los asentamientos ilegales, explotar los recursos naturales de Palestina y, lo más importante, el desprecio por el derecho del pueblo palestino a la existencia misma.

 Bolivia hace un llamado urgente a la comunidad internacional para abordar de manera decisiva los desafíos que presenta la situación en Palestina. Exige inmediata ayuda humanitaria, una solución duradera y justa, así como el cumplimiento estricto de las resoluciones de la ONU, la escucha atenta a las voces que claman por el cese del asesinato de palestinos, y el cese de ataques a escuelas, hospitales y refugios.

 Bolivia apoya decididamente las luchas de los pueblos hermanos contra cualquier forma de imposición, bloqueos y medidas coercitivas unilaterales y sostiene que es imperativo que Palestina ejerza su autodeterminación como un Estado libre, independiente y soberano, con las fronteras anteriores a 1967 y Jerusalén Oriental como su capital. Exige que las Naciones Unidas, a la brevedad posible, incorporen al Estado de Palestina como Miembro Pleno de la Organización, reconociendo así su derecho a participar plenamente en la comunidad internacional.

 En medio de estas exigencias y planteamientos, Bolivia reafirma su compromiso con la defensa de la paz y la soberanía de los pueblos, llamando a la atención internacional sobre la importancia de actuar en consonancia con los principios universales de derechos humanos.

 Manifestamos nuestro enérgico y decidido apoyo a la causa del pueblo palestino, exigiendo el respeto a la vida, a su existencia y al cese de las acciones bélicas asimétricas contra su población en general. Abogamos por impedir el etnocidio, motivando el compromiso de los Estados para exigir la acción humanitaria como prioridad.

 La comunidad internacional debe actuar con urgencia y determinación para poner fin a la tragedia en Palestina, cumplir con los principios del derecho internacional y garantizar un futuro de paz y justicia para el pueblo palestino y el mundo.